domingo, 15 de mayo de 2011

LOS MODELOS PEDAGOGICOS EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA–APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN

 
El objeto de la educación es formar seres aptos
para gobernarse a sí mismos,
 y no para ser gobernados por los demás.
Spencer



El hombre es un ser que simboliza, piensa, se asocia, produce, conoce y registra su historia. Trata de explicar su mundo y su lugar en él, como lo acompaña el espíritu indagador. El hombre se enfrenta a la naturaleza y a sí mismo; se evidencia como un ser que conoce y se conoce en el proceso de construir cultura; es a partir de allí, donde forma parte la educación, de ella se requiere una vinculación activa de la comunidad en general,  motivando a que la familia se acerque más a la escuela optimizando las relaciones padres-institución, formando una tejido social que favorece el enriquecimiento metacognitivo – afectivo de los estudiantes, posibilitando el desarrollo de procesos curriculares y de pensamiento, para construir nuevos saberes en lo comunicativo, cognitivo, ético, socioafectivo y corporal[1]; es por esto que la escuela se convierte en el escenario donde se une una comunidad en concreto, donde abundan las contradicciones propias de una época, donde se amplían los prejuicios que obedecen una sociedad especifica, donde circula unas verdades en deterioro de otras, donde se negocian intereses y se establecen influencias.

Por otra parte, en la actualidad no se puede enseñar bien sin pedagogía.  A la hora de la verdad y en caso de necesidad cualquiera enseña. Los amigos le enseñan a uno, los familiares, el papá y la mamá, y a veces hasta los niños enseñan a sus padres. Además, enseñar bien es un arte más difícil, que exige tener claro para dónde se va, cómo aprende y se desarrolla el alumno, qué tipo de experiencias son más pertinentes y eficaces para la formación y el aprendizaje del estudiante, y con qué técnicas y procedimientos es más efectivo enseñar ciertas cosas.  La verdadera enseñanza es intencional, obedece a un plan, tiene unas metas claras y se rige por ciertos principios y conceptos que los maestros estudian bajo el nombre de pedagogía.  La ciencia propia de los maestros es la pedagogía; por lo tanto, se dedica al estudio de las teorías y conceptos que permiten entender y solucionar los problemas de la enseñanza[2].  Cada teoría pedagógica se representa mediante un modelo pedagógico que resume la teoría y sirve de esquema básico para comparar esa teoría con otras teorías pedagógicas.
Por tanto, muchas otras disciplinas  y ramas contribuyen al conocimiento de la enseñanza, entre ellas las ciencias de la comunicación, la informática, la sociología, la economía, la política, la ética, la epistemología, la sicología, la lingüística, etc., pero es la pedagogía, cuya red conceptual gira alrededor de la formación, la disciplina mejor dotada para articular los aportes de las demás disciplinas con miras a una comprensión integral de la enseñanza y del currículo.

Con respecto a los modelos pedagógicos, define a todos los procesos conscientes organizados y dirigidos a la formación de la personalidad que establece relaciones sociales activas entre educador y educandos entre la influencia del educador y la actividad del educando, es decir, se constituye a partir del ideal del hombre y de la mujer que la sociedad concibe según sus necesidades y para ello planifica un tipo de educación a ser trabajada en las instituciones educativas. Es de gran importancia  los modelos pedagógicos en la estandarización de los diferentes métodos utilizados para los procesos de enseñanza y aprendizaje que son referenciados en las escuelas.

Para concluir, no se debe “olvidar que lo educativo no es un proceso autónomo y autosuficiente que produce resultados por sí mismos, sino un momento o instancia de un proceso más amplio cuyo polo fundamental es el contexto sociocultural en el cual se realiza”[3].


[1] PARRA, María Victoria. XI premio departamental de pedagogía rural Experiencias Pedagógicas. Proyecto pedagógico delicias de mango. Pág. 13
[2] FLÓREZ OCHOA, Rafael. Currículo y Pedagogía. En: Posner George. Editorial Mc Graw Hill. Segunda Edición. Santa Fe de Bogotá. 1998.
[3] MARTINEZ, (1981) La educación: una expectativa de vida, pág. 20

No hay comentarios:

Publicar un comentario